CIUDAD DE SINGAPUR, 11 de junio de 2024 (WAM) -- Singapore Airlines Ltd. ha ofrecido 10.000 dólares en compensación a los pasajeros que sufrieron heridas leves durante el vuelo que sufrió turbulencias extremas el mes pasado, informó Bloomberg el martes.
La aerolínea también ha ofrecido estudiar individualmente la compensación para aquellos que sufrieron lesiones más graves, según un post en Facebook publicado el martes. A los que se recuperan de lesiones graves se les ha ofrecido un anticipo de 25.000 dólares para atender sus necesidades inmediatas.
La aerolínea también pidió disculpas por lo que calificó de "experiencia traumática" a bordo del vuelo SQ321.
Un británico de 73 años murió en el suceso y varias docenas de los 229 pasajeros y tripulantes a bordo sufrieron heridas graves, desde lesiones medulares hasta craneales. El Boeing 777 despegó de Londres Heathrow el 20 de mayo con destino a Singapur cuando se encontró con turbulencias extremas cerca de Myanmar, lo que le obligó a desviarse a Bangkok.
Todos los pasajeros del desafortunado vuelo recibirán el reembolso de su billete de avión, así como una indemnización de hasta 520 libras esterlinas o 600 euros por el retraso de su viaje, de acuerdo con las normas de la Unión Europea o Reino Unido. Los pagos se suman a los 1.000 dólares (739 dólares) que la aerolínea ya pagó a los pasajeros para cubrir los gastos iniciales tras el incidente.
Todos los pasajeros afectados deberían haber recibido sus ofertas de compensación por correo electrónico, dijo la aerolínea.
Las primeras investigaciones determinaron que el avión quedó atrapado en una corriente ascendente antes de caer repentinamente casi 180 pies, lo que causó la mayoría de las lesiones durante un calamitoso periodo de 4,6 segundos, según un informe preliminar del 29 de mayo de los investigadores singapurenses.
En el informe también se afirmaba que el avión "probablemente sobrevolaba una zona de actividad convectiva en desarrollo" cuando se produjo el incidente, y que los pasajeros tuvieron escasos segundos para reaccionar cuando se encendió la señal del cinturón de seguridad.