De Dubai a Bakú: El Pabellón de la Fe moviliza las voces morales y religiosas para afrontar los retos climáticos

BAKU, 20 de noviembre de 2024 (WAM) -- El año pasado, cuando Emiratos Árabes Unidos (EAU) acogió la 28ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Presidencia de la COP28 hizo hincapié en la importancia de la inclusividad en la acción climática.

Esta visión coincidía con el compromiso del Consejo de Mayores Musulmanes de activar el papel de los líderes y figuras religiosas a la hora de abordar los retos mundiales, en particular la crisis climática. Esta visión compartida condujo al lanzamiento del Pabellón de la Fe en la COP28, una iniciativa innovadora y sin precedentes en la historia de la COP.

El pabellón proporcionó una plataforma mundial que reunió a líderes y representantes de diversas religiones, junto con científicos, académicos, expertos en medio ambiente, pueblos indígenas, jóvenes y mujeres, para desarrollar soluciones eficaces y decisivas a la crisis climática.

A lo largo de dos semanas en Dubai, el pabellón acogió más de 65 sesiones en las que intervinieron 325 oradores de todo el mundo. Estas sesiones enviaron mensajes de esperanza a los responsables políticos, los gobiernos y los responsables de la toma de decisiones, haciendo hincapié en que lograr la justicia climática, cumplir los objetivos del Acuerdo de París y mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados requiere la voz moral de las comunidades religiosas.

Basándose en el éxito de la COP28, el Pabellón de la Fe regresó en la COP29 como una coalición mundial de 97 organizaciones que representaban a 11 religiones y confesiones diversas en la COP29, celebrada en Bakú, Azerbaiyán.

El pabellón abordó temas críticos en consonancia con los retos climáticos actuales, como la responsabilidad moral compartida de las comunidades religiosas de proteger el medio ambiente y sus recursos naturales, las formas de mejorar los sistemas alimentarios sostenibles y el apoyo a los pequeños agricultores, en particular los que se encuentran en primera línea del cambio climático.

En los debates también se analizaron las repercusiones no económicas del cambio climático, como los efectos culturales, psicológicos y espirituales, la necesidad de reforzar la gobernanza mundial para el cuidado del medio ambiente y la importancia de apoyar a los grupos marginados y vulnerables de las comunidades más afectadas por el cambio climático.

El secretario general del Consejo Musulmán de Mayores, Mohamed Abdelsalam, subrayó que para hacer frente a la crisis climática es necesario un enfoque holístico que combine los esfuerzos científicos con los valores morales y espirituales para lograr la justicia climática, especialmente para las comunidades más vulnerables.

Durante la primera semana de la COP29, el Pabellón de la Fe contó con numerosos actos, en los que participaron más de 150 oradores de diversas nacionalidades y religiones.

En las sesiones se expusieron los principales esfuerzos y prácticas en materia climática llevados a cabo por diversas instituciones religiosas de todo el mundo, mientras que en los debates se destacaron los marcos que integran el conocimiento medioambiental tradicional con los enfoques científicos modernos para mejorar la resiliencia y promover prácticas sostenibles.

Los participantes pidieron medidas decisivas para hacer frente a las pérdidas culturales y psicológicas causadas por el cambio climático, en particular las que afectan a las comunidades indígenas y a los sitios patrimoniales. Además, se propusieron programas y proyectos especializados para empoderar a las mujeres con el fin de mejorar sus capacidades de adaptación al clima, especialmente en los sectores rural y agrícola.